La oposición paraguaya ya le puso fecha a la salida de su presidente, Fernando Lugo; antes de seis meses.
Dos senadores opositores, e incluso un senador de un sector del partido oficialista, se pronunciaron separadamente ayer sobre la posibilidad de abrir un juicio político al presidente Fernando Lugo por mal desempeño y, hasta se mencionó que debería ser destituido del gobierno.
Los senadores opositores que se refirieron al juicio político son Ana María Mendoza de Acha, del partido Patria Querida, y Juan Darío Monges, del Partido Colorado. Y también lo hizo el senador Alfredo Jaeggli, de un sector del partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), en el gobierno.
Acción constitucional
La senadora Mendoza de Acha, en entrevista de prensa colectiva, adujo que el juicio político "es una herramienta democrática establecida en la constitución nacional".
Nuestro partido analizará cuándo se presentaría el pedido de juicio una vez que el hacendado Fidel Zavala recupere su libertad", señaló en referencia al secuestro del propietario de la finca pecuaria Mabel, ocurrido el 15 de octubre pasado.
El plagio fue materializado por el grupo guerrillero Ejército Popular Paraguayo (EPP) con base de operaciones en la selva de los norteños departamentos de San Pedro y Concepción.
"La inseguridad es grave en la república y el presidente Lugo, que hizo muchas promesas, no las está cumpliendo", añadió en alusión al mandatario, que asumió el gobierno hace 15 meses.
En tanto, Monges, uno de los líderes en el senado del Partido Colorado, el mayor de la oposición, aseguró que "siempre estamos hablando del tema pero aún no tomamos una decisión, pero en todas nuestras reuniones se toca el asunto del juicio".
"Hartos de Lugo"
El senador Jaeggli, del oficialista PLRA, dijo a periodistas que "antes de los próximos seis meses (el presidente Lugo) debe ser sacado de la presidencia, después será muy difícil destituirlo porque tendremos a unos 50,000 individuos en las plazas". "Yo creo sinceramente que el presidente (Lugo) se irá en poco tiempo, en no más de seis meses", aseguró el parlamentario, un influyente político del partido Liberal, buque insignia que catapultó al jefe de Estado al poder.
"La ciudadanía consciente está harta de Lugo", especificó.
Dijo que Lugo "tiene cada vez más enemigos cuando pronuncia discursos populistas. No hizo ninguna reforma como lo prometió sino que, al revés, está haciendo una contrarreforma, por ejemplo intentando terminar con el sistema democrático".
Agregó que para el juicio político "estoy en conversaciones con otros legisladores de los demás partidos".
El mecanismo del juicio político indica que los diputados presentan la acusación y debe ser aprobada con dos tercios de votos de los 80 legisladores presentes en la sala.
El senado, en cambio, necesita para juzgar y destituir al jefe de estado dos tercios de votos del pleno, es decir de los 45 parlamentarios.
Las medidas de Lugo
Las acciones emprendidas por Fernando Lugo indican que teme su salida de la presidencia paraguaya.
El gobernante izquierdista dijo en conferencia de prensa el 27 de octubre que no descarta que su vicepresidente Federico Franco esté conspirando para derrocarlo. Franco criticó al presidente Lugo por haber descabezado "sin razón" a la cúpula militar y le instó a explicar a la población su actitud.
"No estoy conforme con los relevos porque sugieren que existió conspiración o intento de golpe. El presidente Lugo no debe insinuar que hubo conspiración, su deber es demostrar que existió ese intento", precisó Franco en declaraciones a periodistas.
El vicepresidente de Paraguay admitió que sus relaciones con Lugo "no son buenas", precisamente desde que el jefe de Estado dijo que "no descartaba" que Franco estuviera detrás de un plan golpista con los opositores que dominan el Congreso.
Luego el 2 de noviembre Lugo dijo que había "bolsones golpistas" en las Fuerzas Armadas y al día siguiente procedió a destituir a todos sus comandantes, la cuarta vez que lo hacía desde que asumió el 15 de agosto de 2008.
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