Sangrientos funerales del satiro de San Pedro
Cuentan que Alejandro Magno había profetizado en su lecho de muerte que sus generales le harían funerales sangrientos, y otro tanto parece vislumbrarse entre los seguidores del cura Fernando Lugo, más conocido como el sátiro de San Pedro por su disipada vida eclesiástica.
Es que la salud del cura presidente sigue generando gran incertidumbre en Paraguay, al igual que su indefinición política, tanto que mientras un sector de la izquierda acomodado en el gobierno sigue insistiendo en participar de la farsa gubernamental, miembros del Movimiento Nacional de Víctimas de la Dictadura Stronista repudian al gobierno por la escalada represiva que sufren los campesinos paraguayos, y las ejecuciones extrajudiciales de supuestos guerrilleros al estilo del Plan Colombia.
“Los sucesivos ajusticiamientos extrajudiciales realizados por las fuerzas de seguridad, previa tortura y la violencia del Estado paraguayo contra la población indefensa demuestran el grave retroceso en materia de derechos humanos que sufre nuestro pueblo”, manifestó Santiago Rolón, titular de la citada agrupación.
La pugna por la sucesión promete ser tan sangrienta como la cacería de marxistas que libra el gobierno arzobispal, ávido de complacer al inculto y reaccionario empresariado paraguayo que se dedica a la agricultura mecanizada, principal puntal del oficialismo en materia económica.
La “salud del presidente”
“La salud del presidente” es el eufemismo detrás del cual hoy se tejen todo tipo de especulaciones en Paraguay, debido sobre todo a la irresponsabilidad de quienes por motivaciones de intereses creados buscan sostener en el poder a un enfermo cuyo tratamiento es incompatible con la dura agenda presidencial.
La salud del presidente genera así ansiedad permanente e incertidumbre en la dirigencia política del país. “Los representantes de los poderes del Estado y el vicepresidente de la República siguen con atención el proceso y por ahora prefieren no hacer comentarios oficiales ante la delicada situación” comenta hoy la noticia el diario ABC color, uno de los medios que apoyó la campaña luguista.
"La Nación", por su parte, habla de "un desafío para la democracia paraguaya".
“En ningún caso se puede admitir la ocultación de datos o la distorsión de la realidad, ni siquiera con el argumento de la necesidad de mantener la estabilidad o de no fomentar rumores o malas interpretaciones” editorializa el matutino, defendiendo el derecho a especular.
La prensa internacional, por otro lado, ya presiente que Lugo ya no podrá concluir su mandato.
"Salud de Fernando Lugo se agrava; Crecen los rumores de que no podrá concluir su mandato" dice un titular de la prensa internacional.
La permanente inasistencia de Lugo a los actos oficiales debido a su grave enfermedad, hacen que se hable permanentemente de su reemplazo por el vicepresidente Federico Franco.
“El presidente paraguayo, Fernando Lugo, debió viajar de urgencia a Brasil hoy por una infección de alto riesgo en medio de un tratamiento contra el cáncer linfático que padece” dice la nota.
Lugo, de 59 años, fue hospitalizado el último jueves debido a lo que los médicos describieron primero como una alergia, pero estudios posteriores confirmaron una infección en la faringe que de no ser tratada podría extenderse al tórax, afectando a los pulmones y el corazón, explicó el infectólogo Eugenio Báez. La situación del cura es, en definitiva, de vida o muerte.
El avión privado que trasladaba al mandatario despegó del aeropuerto Silvio Pettirossi -en las afueras de Asunción- con destino Sao Paulo, donde Lugo ya fue tratado en dos ocasiones tras recibir el diagnóstico de linfoma no Hodgkin con afectación ósea a comienzos de agosto.
Debe abandonar la presidencia por enfermedad
En tanto la prensa se hace eco de la situación, los detractores del cura afirman que debe dejar el cargo por enfermedad.
El senador Alfredo Jaeggli afirmó que presentará una moción el lunes en el Congreso para que éste se haga cargo del pais, debido al deterioro en la salud del cura presidente Fernando Lugo.
"Un pais no puede parar por un presidente enfermo, la vida institucional debe seguir" afirmo el influyente senador.
El viaje de urgencia a Brasil debido a complicaciones de su grave cancer linfático, implicó nuevamente abandonar sus obligaciones para el cura, en momentos de grandes definiciones para un país del cual no sin razón uno de sus grandes escritores, Augusto Roa Bastos, dijera que el infortunio se ha enamorado.
La mortal enfermedad que padece, en fin, ha resultado más que inoportuna al afortunado cura-presidente de un infortunado país. Tanto que pareciera recordarnos la frase de Anneo Séneca: “¡Oh muerte! ¡Cómo persigues al dichoso y rehuyes al desdichado!”.
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